El auge de las telecomunicaciones ha producido una transformación de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC). Las empresas se han visto obligadas a incorporarlas en sus procesos para buscar mejoras. Éstas van desde productividad, reducción de costos operativos/administrativos, hasta la obtención de ventajas competitivas frente a los cambiantes mercados globales.
Esto se hace cada vez más evidente en las PyMe’s (Pequeñas y Medianas empresas), las cuales, por sus limitaciones normales (presupuesto, infraestructura, recursos humanos, etc), no han podido aprovechar eficientemente todas las ventajas competitivas que les ofrecen las TIC.
Las TIC, tradicionalmente percibidas como un elemento de apoyo al negocio, son hoy el elemento de fuerza que lo transforma. En este contexto, es comprensible que la estrategia de desarrollo de las TIC sea crucial para cualquier empresa. Y en esta época de Tratados de Libre Comercio (TLC), de apertura y globalización, las TIC juegan un papel aún más importante para que la PyMe tenga una oportunidad en esa competencia.
Las TIC dentro de la PyMe no sólo deben orientarse a mejorar la productividad mediante su uso en las actividades operativas (maquinaria especializada) y la captura y procesamiento de los datos generados por los diferentes procesos administrativos (computadores, redes de voz y datos, etc.), sino que además deben aportan valor a los procesos de toma de decisiones, facilitando el rápido y oportuno seguimiento al desempeño de cada una de las áreas de la empresa.
Lo ideal sería que toda empresa contara con un área completa de tecnología que la guiara en este proceso. Este proceso incluye investigación, análisis y selección de herramientas y proyectos que se requieran. Además, es importante que se adapten a las necesidades y el presupuesto de la empresa. Pero como esto rara vez se da en las pequeñas empresas, la recomendación es solicitar apoyo a empresas especializadas en el tema. Y específicamente aquellas cuyo mercado objetivo son las PyMEs, las cuales brindarán grandes beneficios sin necesidad de emplear cantidades exorbitantes de dinero.
Contar con una empresa experta en tecnología como apoyo en los temas de informática, garantiza que éstos serán atendidos de la manera más profesional, en lugar de contratar uno o varios funcionarios para cada una de las áreas de tecnología. Áreas como infraestructura, seguridad, desarrollo, soporte, etc. Se puede delegar las funciones de dichas áreas en manos expertas que ofrecen excelentes resultados a un menor costo. Esta decisión permitirá a la empresa dedicarse a aquellas actividades que constituyen la base de su negocio.
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